Los riesgos son impredecibles, raros, inoportunos. Cuando se materializan ocasionan pérdidas que pueden ser pequeñas, pero que también pueden ser desastrosas. No es algo optativo, todo negocio debe tener conciencia de que en el momento menos pensado el riesgo le puede impactar.
El riesgo te puede impactar.
Frente al riesgo, estar preparado y tomar algunas acciones te permite:
- Reducir Riesgos: un negocio depende de sus ventas y en consecuencia, de sus instalaciones y de sus bienes. Gestionar adecuadamente los riesgos te permite asegurar su integridad y su disponibilidad para continuar con las operaciones de tu empresa y cumplir sus metas. Protege tus activos y no tomes riesgos innecesarios.
- Controlar costos: Los presupuestos para prevención y seguridad crecen año tras año y cualquier siniestro puede causar aumentos en los gastos no prespuestados, por lo que asegúrate de invertir en soluciones de seguridad adecuadas a tus necesidades.
- Proteger la marca de su empresa: Una interrupción en tus ventas o un incidente en la seguridad de la producción de tu empresa que se vuelva de dominio público puede incidir en la buena imagen que tenga la comunidad de la misma. Cuídate de afectar la imagen y reputación de tu negocio, que son activos muy valiosos.
- Cumplir con los requerimientos de tus clientes: Las empresas deben diseñar y operar sistemas que les permitan garantizar la exactitud en tiempos de entrega y la calidad de su producto acorde con los requerimientos de sus clientes, por lo que es indispensable mantener tu negocio de acuerdo con dichos estándares.
- Lograr tus metas: el objetivo principal es mantener la empresa en funcionamiento continuo hacia el cumplimiento de sus metas, por lo que reducir la presencia de riesgos y consecuentemente, la aparición de siniestros, te garantiza el logro de tus metas de acuerdo a tus proyecciones.
Pregúntate para no perder.
Ahora que puedes hacerlo con calma, antes de que ocurra un siniestro, te invito a hacerte las siguientes preguntas que pueden resultar de gran utilidad y significar la sobrevivencia de tu negocio.
- ¿Sabes cuáles son los puntos débiles de tu empresa? Todos somos vulnerables a diferentes riesgos según nuestra actividad y ubicación, por lo que es necesario llevar a cabo algunas actividades recurrentes para analizar el impacto de los mismos, identificando primero dichos riesgos y posteriormente evaluando la seguridad y protección de tus bienes, especialmente los que resulten más valiosos para la operación de tu negocio.
- ¿Cuentas con una estrategia adecuada para gestionar tus riesgos? Recuerda que no solo existen soluciones puramente físicas o tecnológicas que en ocasiones operan en forma aislada, sino que es necesario tener una hoja de ruta detallada para la implantación de una verdadera estrategia de protección, que considere las políticas y procedimientos, así como un proceso integrado para la gestión de tus riesgos.
- ¿Cuentas con procedimientos para responder a contingencias mayores? Cuando lo inesperado aparece, lo recomendable es contar con una estrategia que prevea las acciones a tomar para minimizar los posibles daños y consecuencias, manteniendo la continuidad de las actividades críticas de tu negocio.
- ¿Tienes un adecuado programa de entrenamiento y concientización? Tus empleados y dependientes deben entender los riesgos que enfrentan y contribuir a crear un entorno más seguro, con mejores prácticas personales de seguridad y con una participación activa de la directiva de la empresa.
Frente al Riesgo ¿Cuáles son tus prioridades?
En consecuencia, dos deben ser las prioridades de toda empresa para el desarrollo normal de su actividad y para proteger el logro de sus metas y proyecciones:
a) Atender la necesidad de Manejo del Riesgo: Es una necesidad primordial de todo negocio y la constituye la administración de riesgos con medidas dirigidas a la eliminación o reducción de los mismos, así como la minimización del impacto de los siniestros que se presenten, para lo cual debe tener un plan de administración del riesgo adecuado a las necesidades específicas de cada empresa.
b) Atender la necesidad de Transferencia del Riesgo: Son varios los riesgos que no se pueden eliminar o reducir, y que tampoco pueden ser absorbidos por la empresa, ya que de presentarse sus consecuencias podrían ser catastróficas. En razón de lo anterior, su tratamiento debe ser transferido a terceros, ya sea vía contrato o vía seguros.
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